¡Uf! Has pasado por un ERTE, un periodo de incertidumbre y, probablemente, de preocupación económica. Ahora que la empresa ha salido (o está saliendo) del ERTE, te sientes… ¿aliviado? ¿Inseguro? Es normal sentir una mezcla de emociones. La pregunta que muchos se hacen es: ¿estoy a salvo? ¿Me pueden despedir ahora que he vuelto al trabajo? La respuesta, como la mayoría de las cosas en el mundo laboral, no es un simple sí o no. Vamos a desentrañar este complejo tema, paso a paso, para que tengas toda la información que necesitas y puedas navegar estas aguas turbulentas con más confianza.
El ERTE: Un paréntesis, no un pase libre para despidos
Piensa en un ERTE como una pausa, una especie de hibernación laboral. La empresa, por razones de fuerza mayor (crisis económica, pandemia, etc.), se vio obligada a reducir su actividad y, por lo tanto, tu jornada laboral. Pero, ¡ojo! Un ERTE no es una carta blanca para que la empresa te despida a su antojo una vez que las cosas vuelven a la normalidad. La legislación protege tus derechos, aunque la situación puede ser compleja y depender de diversos factores.
¿Qué dice la ley?
La legislación laboral española establece que, una vez finalizado el ERTE, la empresa debe reincorporarte a tu puesto de trabajo o a uno equivalente, manteniendo tus condiciones laborales anteriores (salarios, categoría profesional, etc.). Si esto no ocurre, la empresa debe justificar la no reincorporación con motivos válidos y legales, y seguir un procedimiento adecuado.
Motivos Legales para un despido tras un ERTE
Aunque el ERTE haya finalizado, la empresa no puede despedirte simplemente porque sí. Existen motivos legales para un despido, y estos deben ser justificados de forma adecuada y documentada. Algunos de estos motivos podrían ser:
Despido objetivo:
Este tipo de despido se basa en causas económicas, técnicas, organizativas o de producción. Piensa en un reajuste de la estructura de la empresa, la automatización de tareas, o una reorganización que hace redundante tu puesto. Es importante que la empresa demuestre que este despido es necesario y que se han explorado otras alternativas antes de tomar la decisión.
Despido disciplinario:
Aquí la cosa cambia. Si durante el ERTE (o tras tu reincorporación) has cometido una falta grave o muy grave que justifique tu despido, la empresa puede proceder a ello. Ejemplos de esto podrían ser faltas de asistencia injustificadas, incumplimiento de las obligaciones laborales, o actos de indisciplina grave. En este caso, la empresa debe probar la falta cometida y el procedimiento de despido debe seguir los cauces legales.
Despido improcedente o nulo:
Si la empresa te despide sin causa justificada o incumpliendo el procedimiento legal, el despido se considera improcedente o incluso nulo. En estos casos, tienes derecho a una indemnización considerable y, en el caso de un despido nulo, a la readmisión en tu puesto de trabajo.
¿Cómo proteger tus derechos después de un ERTE?
La mejor forma de protegerte es estar informado y documentar todo. Guarda todas las comunicaciones relacionadas con el ERTE, tu contrato, y cualquier otro documento relevante. Si tienes dudas o sospechas de que la empresa pueda estar actuando de forma irregular, consulta con un abogado especializado en derecho laboral. No dudes en buscar asesoramiento legal; es tu derecho y puede ser crucial para proteger tus intereses.
Mantén la calma y documenta todo
Ante cualquier situación, mantener la calma y documentar todo es fundamental. Si te encuentras en una situación de despido, anota todas las conversaciones, correos electrónicos y cualquier otra forma de comunicación con la empresa. Esto te ayudará a construir un caso sólido si necesitas recurrir a acciones legales.
Negocia, si es posible
Antes de llegar a los tribunales, intenta negociar con la empresa. A veces, una conversación franca y constructiva puede llevar a una solución mutuamente beneficiosa. Si la empresa está dispuesta a negociar, considera todas las opciones, incluyendo una indemnización o un plan de salida.
No dudes en buscar ayuda profesional
Si la negociación no funciona o la situación se complica, no dudes en buscar ayuda profesional. Un abogado especializado en derecho laboral puede asesorarte sobre tus derechos y ayudarte a defender tus intereses en caso de litigio.
¿Y si la empresa no me reincorpora después del ERTE?
Si la empresa no te reincorpora a tu puesto de trabajo después del ERTE sin una justificación legal válida, tienes derecho a reclamar. Esto implica iniciar un procedimiento legal para defender tus derechos. Un abogado especializado podrá guiarte en este proceso, que puede incluir la reclamación de indemnizaciones por despido improcedente o nulo, dependiendo de las circunstancias.
¿Puedo ser despedido si la empresa se declara en concurso de acreedores después del ERTE?
Sí, desafortunadamente, un concurso de acreedores puede llevar a despidos. Aunque el ERTE haya finalizado, la situación financiera de la empresa puede ser tan precaria que los despidos sean inevitables. En este caso, los despidos suelen estar amparados por la ley, aunque las indemnizaciones pueden variar.
¿Qué pasa si me despiden durante el periodo de prueba después de un ERTE?
Si te encuentras en periodo de prueba después de un ERTE, las reglas son un poco diferentes. El periodo de prueba sigue siendo válido, y la empresa puede despedirte durante este periodo con una indemnización menor que en un despido fuera del periodo de prueba. Sin embargo, la empresa debe justificar el despido, y no puede basarse únicamente en el hecho de que hayas estado en un ERTE.
¿Puedo reclamar si me despiden por una causa que considero injusta después del ERTE?
Absolutamente. Si consideras que tu despido es injusto, tienes derecho a reclamar. Un abogado especializado te ayudará a evaluar la situación y a determinar la mejor estrategia legal para defender tus derechos. La clave está en documentar todo y actuar con rapidez.
¿Qué pasa si la empresa me ofrece una indemnización inferior a la que me corresponde?
No aceptes una indemnización inferior a la que te corresponde legalmente. Un abogado puede ayudarte a calcular la indemnización correcta y a negociar con la empresa para obtener lo que te corresponde. Si la empresa se niega a pagar la indemnización correcta, puedes iniciar un procedimiento legal.